¡Oh María! Aurora del Mundo Nuevo, Madre de los que viven, a ti confirmamos la causa de la vida: mira Madre, el numero inmenso de niños a quienes se impide nacer.
Haz que quienes creen en Tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegria de celebrarlo con gratituddurante toda su existencia y la valentia de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y el amor para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida.
Haz que quienes creen en Tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegria de celebrarlo con gratituddurante toda su existencia y la valentia de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y el amor para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida.
Juan Pablo II
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